Wednesday, January 22, 2020

Lenin Moreno, el "Ilusionista" de la Política


Lenin Moreno, el "Ilusionista" de la Política

Siempre me ha causado impresión ver la habilidad y capacidad de manejo de masas de los ilusionistas y magos.

Ver al gran Houdini cómo hacía sus trucos y manipula a toda la audiencia es simplemente genial. Pensé que había visto todo, cuando alguna ocasión, pude admirar a David Copperfield cuando hizo un acto en donde cruzó la Gran Muralla China, o cuando el gran Uri Geller doblaba cucharas de metal frente a la cámara de televisión al finalizar la década de los 70s, era algo increíble. No importa si eran cartómagos, escapistas o mentalistas, pero siempre estuve atraído por entender "cómo lo hacían". Pensé nuevamente que ya lo había visto todo, que nadie después de esos grandes ilusionistas, podría superarlos en talento, pero “….otra vez me equivoqué”.

Aparece Lenín Boltaire (con B y no V) Moreno, cuyo nombre ya es producto de la ilusión misma, sin embargo, su gran acto lo estamos viviendo ahora mismo.

Fue elegido Vicepresidente del binomio socialista de Rafael Correa, fue el segundo abordo durante el primer período de 6 años del correato, fue vicepresidente mientras terminaban con el Congreso, re-escribian la constitución por veinteava ocasión y habían contraído líneas de crédito con China por decenas de billones de dólares. Lenín Boltaire (con B y no V), ya iba montado en 6 años del engendro del Socialismo XXI como el 2do al mando.

Correa, lo aborta en su reelección y lo cambia por el reo Jorge Glas. Moreno se dedica durante los años de abandono a viajar, representar a Ecuador en una serie de reuniones sin trascendencia, y lo que, si hace, es sacar una maestría en “ilusionismo mágico”.

Al terminar el 10mo año de gobierno de Correa, éste decide poner de candidatos a sus dos amados vicepresidentes, como candidato presidencial a Moreno y como vicepresidente a Glas. Gracias al fraude estructurado y concertado por el correato, triunfan el binomio socialista por 4 años más, es decir, Ecuador ya había elegido al SXXI por un total de 14 años. Moreno, que sale triunfador de la fraudulenta contienda, empieza el mismo día de la toma de mando su ejecución del acto ilusionista.

Durante su discurso de iniciación, hace su primera magia: por decreto presidencial cierra una de las burdas creaciones de Correa, que fue la amorfa entidad que se denominaba el Ministerio del Buen Vivir, que, en algún desván, borracho de nuevorriquismo y dólares de Odebretch, Correa decidió compartir con sus súbditos el bienestar. Contrató al vago de Freddy Ehlers para dirigir aquel ministerio, algo como el Dalai Lama del pueblo bajo el efecto del opio. El gran centro de meditación al estilo criollo.

A renglón seguido, empieza a controlar la percepción de la audiencia, y sacando el primer conejo del sombrero de mago, anuncia que su gobierno será apegado a derecho, que disminuirá impuestos para dinamizar la economía y motivará la inversión privada. Este “conejo” es tan distinto al que vino cargando por una década, que nadie lo puede reconocer. Se hizo capitalista, cuando era socialista hasta el momento del fraude. Su vicepresidente, el actual reo Glas, enfadado y colérico por la traición al socialismo, hace amagos de presión a Moreno, pero ya estaba echada la carta de “go to jail”, sin pasar por GO ni cobrar $200. Igualito que en el juego de Monopolio.

Cuando la ilusión del conejo capitalista había pegado ya en el público, empezó con las barajas, y le sacó cartas de sentencia a todo lo hecho por el gobierno socialista de Correa. También buscó vincular a todo el gobierno pasado con actos de corrupción, que son absolutamente reales. Recordemos que era una banda de delincuentes, sin embargo, lo increíble del acto de magia, es que, a estas alturas de la ilusión, ya nadie se acuerda de que él, Lenin Boltaire (con B no con V), fue parte del gran asalto. Nadie tiene recolección de su participación como vicepresidente durante 6 años, ni él mismo se acuerda. Como si hubiera sido una noche de juerga tan, pero tan aguda, entre alcohol y opio, que las memorias se han borrado totalmente, aunque se hubiera cometido fechorías durante la juerga.

Un hipnotismo generalizado, en donde la audiencia se convenció de que el conejo era blanco y no negro.

Finalmente, como cereza del pastel en el acto mágico, creó una Secretaría Anticorrupción, y tiene a una super fiscal, que no pararán hasta encontrar a todos los pillos de la década ganada. Obviamente, hay decenas de procesados, algunos presos incluyendo a Glas, pero del cálculo de robo que asciende a $60 billones, no hay nada, nada de nada, recuperado. Presos, gritos, fiscales y bombos y platillos, todo el acto en contra de la corrupción, pero el dinero, como en un verdadero acto de magia se evaporó.

Que grande este Lenin Boltaire. Mejor, en vez de perder el tiempo como presidente, que promocione un programa de “ilusionismo mágico” en teatros, programas de TV y circos. Le va a ir genial, y sin duda, esto es lo suyo!

Pedro Oliva
Un Ecuatoriano Responsable



Tuesday, September 13, 2011

De un absoluto caos, a una eficiencia impresionante

De un absoluto caos, a una eficiencia impresionante

En las últimas semanas hemos visto una serie de artículos y escritos por gente inteligente, por gremios importantes, por líderes de opinión; en los que todos hablan de la voracidad con la que el presidente Correa ha actuado dentro de la justicia del país. Todos han criticado que el presidente tenga capacidades casi infalibles en manejar todas las instancias de poder del Ecuador. Han hablado de los medios de comunicación y su incapacidad de opinar o informar cosas que no tengan un espacio de comprensión en el complejo sistema de “entendimiento” del presidente Correa. En fin, he visto que con excepción de los mismos empleados del gobierno, todo el resto del país pensante ha quedado perplejo de los ataques mortales de Correa en contra de quienes él, en su magnánimo pensamiento perturbado, piensa que son sus enemigos.

Amigos, siendo yo un anticomunista y un ecuatoriano responsable que ha detestado a todo el aparataje de Correa desde que empezó a aparecer en la palestra política, debo decir que tal vez estamos equivocados todos, y que tal vez algo de bueno podría tener un comunista con aficiones de sibarita. Miren mi reflexión:

Ecuador ha tenido desde hace 30 años unos índices de manejo de la justicia por debajo de cualquier razón. La ineficiencia, la corrupción, la torpeza, la vagancia, la suciedad, la arrogancia, la mezquindad, la insolencia, el cretinismo y el absoluto pendejismo. Eso ha sido la justicia, pues encontramos detenidos a menores de edad, con dos años en una cárcel de menores, sin que el juicio haya empezado aún, y todo esto por robo de tomates o legumbres en un mercado capitalino. Vemos casos insólitos de violación y asesinato en donde se los mantiene a los criminales en cárceles de baja seguridad y se les premia con la estúpida ley de 2x1 (en inglés es “Buy One, Get One Free”) y se les da penas acumuladas con descuentos de la Calle Ipiales. Vemos miles y miles de casos que están esperando sentencia y han estado así desde hace varios años; esto no tiene palabras.

Por otro lado vemos, que desde que Correa decidió captar bajo su oficina ejecutiva a todos los poderes del Estado, los índices de eficiencia subieron de la noche a la mañana a niveles que ni en Suiza o en Holanda se podrían imaginar, y la historia sucede así:

Correa inventa un golpe de estado para levantar su propio ego y para que el votante ecuatoriano que típicamente tiene un coeficiente intelectual como el de “Einstein”, tenga una percepción de liderazgo mayor y lo beneficie a en las elecciones del plebiscito con su apoyo incondicional. Así sucedió, y vale la pena decir que Correa con la receta Chávez tiene un gran éxito político en esas masas votantes.

Los medios de comunicación salen a hacer la cobertura del pseudo golpe de Estado y a los 10 minutos son acallados por Correa y su maquinaria dictatorial. Correa, como es impulsivo y se cree más grande que Carlo Magno y más guapo que Rodolfo Valentino, no encuentra mejor solución que provocar a los policías (chapas para los que no entienden), y retarlos para que lo maten. Éstos, faltos de valentía y talento, no ejecutan la solicitud presidencial y no lo matan (grave error), y proceden a intercambiar con bombas lacrimógenas, tiros, vacas locas, guarichas, carameleros, enfermeros, voceadores, milicos, malabaristas y todo el circo a correr por sus vidas. El epílogo es que, como todo le iba saliendo mal a Correa, él ordena a los milicos que entren al hospital de la policía y rescaten al presidente, como si fuese una operación similar a la del Rescate de Entebe por los grupos israelitas de élite. Nada de eso sucedía, el perturbado e impertinente presidente estaba muy bien atendido en el hospital, pero él necesitaba una salida triunfal, un trofeo de este episodio; simplemente necesitaba material para sus aburridos programas sabatinos.

Emilio Palacio, un hombre de bien, simplemente dijo lo que sucedió en el 30-S y la orden que dio el presidente a los milicos para que “atarzanen” a los chapas a tiros y salven la humanidad de “su majestad”. Ustedes comprenderán que Palacio puso este relato en magníficas palabras que hacen una gran coherencia literaria y jamás hubiese utilizado los epítetos como chapas, milicos o el gran verbo atarzanar. Eso, justamente eso es lo que le mata a Correa, pues cuando un hombre muy superior a él en dotes intelectuales, escribe y describe lo que el presidente hizo por impulso e instinto poco acertado, y encima más lo hace con un valor descriptivo estupendo; pues Correa puede matar porque considera una ofensa, no el que alguien diga una mentira, sino el que alguien diga una verdad de una manera en que Correa jamás podría hacerlo. Ustedes saben que esta es una típica condición sicológica de psicópata no recuperado.

Palacio y Diario El Universo se hacen acreedores de una demanda por $40 millones de dólares por difamar a la persona de su majestad, Don Rafael I, de la rama de los Narco – Delgado. A Correa le gustó mucho esto de enjuiciar por difamación, pues ya lo hizo con el Banco del Pichincha y le fue bien, inclusive a Fidel Egas le tocó hacer un cheque para calmar la furia del presidente por la infamia cometida en su contra. Paralelamente la Asamblea otorgó licencia para “no tax payment” a quien recibiera una indemnización por difamación….oh sorpresa, Correa recibió el chequecito “tax free”.

Tratando de ser objetivos y tratando de ver lo bueno en las cosas, pues me gustaría que analicemos los cambios en eficiencia de administración de la justicia que han sucedido gracias a que Correa es ahora también el número uno en las Cortes Judiciales del país. Claro, su nombre no figura porque se vería feo, pero su sombra, su pluma y su “olor dictatorial” pulula en todos los corredores de la justicia. Me impresiona ver cómo un juicio en contra del Universo, con 5,000 páginas de contenido, pruebas, defensas, escritos, peritajes, testimonios, versos, poesía y novela; que bajo la estructura tradicional de justicia ecuatoriana podía haber durado entre 25 a 50 años en revisar, pues un brillante, brillantísimo e iluminado juez suplente, logró leer, revisar, entender (la parte más difícil para uno de estos), emitir criterio, juzgar y sentenciar en solamente 33 horas. Éste hombre debe ir a La Haya y convertirse en el rey de los jueces, es sin duda una inspiración divina la que fluyó sobre él logró escribir la sentencia que contiene 156 páginas. A veces creo que la inspiración no es tan divina, pero si viene de la majestuosidad de Correa, y el pago no será en la eternidad o en la otra vida, sino en esta mismo y en CASH.

En todo caso, y como sea que hubiese sido, que eficiencia tan brutal de la justicia ecuatoriana. Desde hoy, sugeriré a mis asociados que todos los contratos los firmen poniendo como domicilio para ventilar diferencias a las cortes del Ecuador, pues nada mejor que tener prontas y favorables respuestas. Todo es cuestión de difamar un chance a Correa y listo…. La justicia se mueve a la velocidad de la luz, igual que las neuronas de los votantes ecuatorianos al estilo “Einstein”.

Atentamente,

Pedro Oliva

Un Ecuatoriano Responsable

Nota: “Einstein” es el perro de mi vecina, y es brutísimo!

Friday, October 29, 2010

INTELIGENCIA VS. TORPEZA

Por: El Quiteño Libre

He aquí la diferencia: -. Con apenas 2% de posibilidades de salvar a sus hermanos, el Presidente Piñera logra su cometido. -. Con 99,9% de posibilidades de evitar muertes de sus hermanos, el presidente Correa logra que se maten entre ellos. -. Piñera logra que la imagen de Chile recorra el mundo con el mejor concepto de unidad. -. Correa logra que la imagen de Ecuador recorra el mundo con el peor concepto de confrontación. -. Mientras Piñera en sus discursos habla de la unión de los Chilenos, del apoyo de sus opositores políticos, de una Coalición Nacional y agradece el apoyo a la NASA y a los EEUU. -. Correa en sus discursos habla de conspiración de sus opositores provoca desunión Nacional, y culpa a la CIA y a los EEUU. .- La primera Dama en el frente de la desgracia solidaria con el Sr. Presidente, dando apoyo a sus hermanos chilenos. .- El primer consorte Patiño escudado en las masas de Alianza País desde Carondelet azuzando al pueblo para pelear contra sus hermanos ecuatorianos. -. Mientras Piñera pide a Dios por la vida. -. Correa desafía y pide que lo maten. -

...Más claro no canta el gallo...

El uno es un ESTADISTA y el otro un vulgar POPULISTA. ECUATORIANOS Y ECUATORIANAS

Saturday, October 2, 2010

El demente reyezuelo - Por: Luis Sánchez Castillo

El demente reyezuelo

Solo un demente,enfermo puede compartarse en esta forma. Tiene una baja autoestima de su propia vida, sus complejos, frustraciones, la ausencia de infancia y todos sus traumas familiares se ven reflejados, en este envalentonado reyezuelo. Sin tomar en cuenta, que segùn èste es el presidente, acude nada menos que a un cuarte de policìa, el cual sus elementos se habìan insubordinado, no acataban òrdenes, no tenìan control de nada, y a gritos, fuerza increpaban, agredìan. Es este el escenario diferente, en el que correa, se aventuro, y fallo. El està acostumbrado, a un escenario diverso, en el que el manda, dispone, y su manada y rebaño aplaude, lo que el reyezuelo dice. En esta oportunidad eran policìas, confundidos, engañados, agresivos en la retòrica y cantaleta del reyezuelo fallò. Por lo tanto, este mal actor, e histriònico, personaje, manìaco depresivo, recurre a su carta baja la manga; el drama, el histrionismo. Al verse acosado y sin salida, màs bien, decide recurrir a la autoflagelaciòn, inmolaciòn,actos teatrales como el abrirse la camisa,y pedir que lo maten. Eso desea, convertirse en martir, de victimario a vìctima. "Su acciones heroicas por la patria y su sangre, ", no seran en vano. Asì pasaria a la historia, destronaria al asesino che guevara, y porque no a Bolìvar.

Se ingresa en el Hospita de la Policìa, y cambia el escenario, entonces, el melodrama, sube el telòn, y retoma el mando. Su sed de venganza, luego de las agresiones, fìsicas, y de palabra hacen que este tipejo, decida tomar una fatìdica decisiòn. Utiliza un lacayo, servil, un general, nada menos que el Jefe del Comando Conjunto de las FFAA, gonzàlez, y ordena que sea rescatado a como de lugar. Este militar, cumple la orden criminal del reyezuelo, sin tomar en cuenta que el ataque por 700 militares a Hospitales con enfermos y a una zona residencial de la Capital, esta prohibido por la corte internacional de Ginebral, y que por lo tanto cualquier acciòn belìcal son considerados crìmenes de deleshumanidad. El que ordenò y cumpliò, son criminales, que deben ser procesados itnernacionalmente. Los insubordinados deberàn someterse a las leyes del estado.

Ahora, este reyezuelo, una vez que logrò su cometido,esto es distraer al paìs y utilizar a sus vasallos para sus fines sale como un reyezuelo victoriano a Carondelet, sus vasallos, serviles y lacayos le aplauden como focas aunque esten con el agua hasta el cuello. Por ùltimo, est psicòpata, mal llamado Jefe de Estado, en lugar de tener un porte de estadista que llama al ponderaciòn, al dialògo, pidiendo deponer la violencia, y buscar la uniòn de los Ecuatorianos hace lo contrario, recurre, al insulto, al làtigo y amenazar con no dejar sin castigo y sinn olvido a sus malos "vasallos", que desconocieron al poder del DIOS en la tierra. Se colocò la banda presidencial, envalentonado de ese ciega enfermedad que lo matarà para siempre, el poder por el poder de la rovoluciòn. Dios ampare al ECUADOR, no nos merecemos esto, Esto es un comienzo de un capìtulo, màs no el fin. Està por demàs decir la acciòn burda, de cerrar los medios de comunicaciòn, TV, radio y tomar a cargo las estaciones del Estado, es decir una sola visiòn, un juicio, un criterio. Esto es la dictadura del socio comunismo salvaje en su mayor esplendor. Esta es la pesadilla del siglo XXI.

RENUNCIA, DEMENTE,anulate, muerte cruzada, entre vìboras, serpientes y pelafustanes de la asamblea de los atraca paìs.

Monday, March 22, 2010

Lo que América Latina puede aprender de Israel

Estimados Amigos,

Nunca he podido esconder mi profunda admiración al gran escritor cubano, Carlos Alberto Montaner; quién tiene un peculiar estilo para explicar con ejemplos palpables y simples la problemática política y económica de Latinoamérica.

Acabo de sacar de mi archivo un documento que fue escrito por él hace un año y medio, y que tiene un perfecto análisis sobre las inegables tareas que los pueblos tienen que seguir para convertirse en sociedades exitosas.

Les invito a que inviertan un momento en leer este artículo con detenimiento, pues estoy seguro que lo disfrutarán.

Atentos Saludos,

Pedro Oliva
Un Ecuatoriano Responsable
Ecuador.anticomunista@gmail.com
www.ecuadoranticomunista.blospot.com


Lo que América Latina puede aprender de Israel
Por: Carlos Alberto Montaner
Diciembre 2008

El nacimiento y consolidación del Estado de Israel ha sido la experiencia política más exitosa del siglo XX pese a las adversidades. Los países de América Latina no tienen excusa para lograr una trayectoria similar.

Hace unos meses, con motivo del sesenta aniversario de la creación del Estado de Israel, escribí y divulgué en varios diarios un artículo titulado El tigre semita. La afirmación básica, sustentada por varios datos elocuentes, era muy clara: la experiencia social y política más exitosa del siglo XX ha sido el nacimiento y posterior desarrollo del Estado de Israel, acontecimiento ocurrido en medio de las mayores vicisitudes concebibles. Se hablaba de los "tigres de Asia" (Hong-Kong, Corea del Sur, Taiwan y Singapur), y hasta del "tigre celta", Irlanda, pero nadie mencionaba el sorprendente caso de Israel.

Un amigo latinoamericano que había leído la columna en El País de Montevideo, admirador, como yo, de la experiencia israelí, me llamó para felicitarme, pero también para hacerme una pregunta no exenta de cierta melancólica humildad: "¿hay alguna lección que podamos aprender de Israel?". A mi amigo, como me sucede a mí, le resulta desconsolador que AméricaLatina sea la porción más tenazmente pobre e inestable de eso a lo que llamamos "el mundo occidental". Le dije que pensaría sobre ello.

¿Qué puede aprender del pequeño Israel una porción del Nuevo Mundo, América Latina, de 17,700,000 kilómetros cuadrados, fragmentada en una veintena de países muy diferentes entre sí, y casi quinientos millones de habitantes, de los que al menos un ochenta y cinco por ciento se declara cristiano?

A primera vista, son dos realidades absolutamente diferentes: Israel, un estado fuertemente influenciado por el judaísmo, es un diminuto país de apenas 20,770 kilómetros cuadrados, algo más reducido que El Salvador, la nación más pequeña de América Latina, dotado con una población que excede ligeramente los siete millones de habitantes, también semejante, por cierto, a la del citado país centroamericano.

Pero antes de entrar en el tema hay que precisar qué es exactamente lo que América Latina pudiera aprender de Israel o de cualquier país exitoso que consiga explicárselo. Primero, cómo Israel, en apenas sesenta años, pese a los inmensos inconvenientes que ha debido afrontar, ha conseguido forjar una nación democrática y estable; y, segundo, cómo, en medio de frecuentes guerras y constantes sobresaltos, ha logrado un alto nivel de desarrollo científico y técnico, en donde predominan las clases medias, hasta alcanzar un ingreso per cápita de $26,600 dólares, medido en capacidad de compra o purchasing power parity.

Como nota de comparación, anotemos que en América Latina el país con el per cápita más alto es Chile, con $14,300, y el que exhibe el más bajo es Nicaragua, con apenas $2,800. Entre estas dos cifras, la gama de ingresos varía notablemente, pero el promedio general debe situarse en torno a los $7,500.

Otro dato que conviene retener es el de la distribución de esos ingresos: si el Índice o coeficiente Gini, efectivamente, determina el nivel de equidad en la distribución de la riqueza, Israel es un país mucho más justo que toda América Latina. El Índice Gini de Israel es 0.38, mientras que en América Latina casi todos los países se acercan o exceden a 0.50. Como es sabido, en este tipo de medición, mientras las sociedades más se acercan a cero, más igualitariamente repartida está la riqueza, y mientras más se aproximen a uno, mayor será la desigualdad.

Naturalmente, eso no quiere decir que en Israel no exista pobreza. De acuerdo con la información del World Fact Book que publica anualmente la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, y de donde he obtenido la mayor parte de estos datos, el 21.6 % de los israelíes se sitúa bajo los niveles de pobreza. Sólo que en Israel clasifican como pobre a todo aquel que recibe menos de $7.30 al día, algo muy diferente a lo que ocurre en América Latina.

En América Latina, de acuerdo con la CEPAL, el 44.2% de la población es pobre. Eso significa que aproximadamente 224 millones de latinoamericanos son pobres. Pero allí el umbral de pobreza es sólo de dos dólares al día. Sin embargo, de esa inmensa población de personas sin recursos, gentes que sobreviven milagrosamente, el 19.4%, más de 90 millones, son indigentes que reciben menos de un dólar al día. Lo que nos lleva de la mano a afirmar algo bastante obvio: ser un pobre latinoamericano es infinitamente más grave que ser un pobre en Israel, donde prácticamente la totalidad de la población tiene acceso a educación, cuidados de salud, agua potable y electricidad, y en donde es difícil encontrar familias que, literalmente, pasen hambre física.

Los expertos suelen utilizar la frase "ventajas comparativas" para designar aquellos aspectos de la realidad material que suelen favorecer a las sociedades y a las personas, y que sirven para indicar cuál debe ser el mejor camino que se debe emprender para lograr el éxito económico. Israel, no obstante, casi todo lo que puede exhibir son "desventajas comparativas". Aun a riesgo de repetir en Israel algunas observaciones harto conocidas, anotemos varias de las más estridentes, dado que esta conferencia, pese a ser dictada en Tel Aviv, tendrá bastante divulgación en América Latina, objetivo final de estas palabras:

1. Israel es un país muy pequeño con una escasa dotación de tierra cultivable.

2. Como está situado en una zona desértica, carece de agua en cantidades significativas, tanto para el consumo como para la irrigación.

3. Tampoco posee petróleo, aunque consume y debe importar unos 250,000 barriles diarios.

4. Dado que está rodeado de países enemigos, potenciales o activos, y frecuentemente ha tenido que participar en guerras u operaciones militares, aun en tiempos de paz se ve obligado a emplear el 7.3% de su PIB en gastos de defensa, al tiempo que una parte sustancial de su fuerza de trabajo invierte largos periodos en actividades militares que le impiden participar en tareas productivas. Brasil, por ejemplo, sólo dedica el 2.6 de su PIB a gastos militares. México, apenas el 0.5%.

5. Por su posición geográfica, un rincón del Medio Oriente, y por la tensa relación que mantiene con las naciones del entorno, a Israel ni siquiera le es dable integrarse en grandes bloques comerciales que le permitan crear una economía de escala, debiendo conformarse con establecer acuerdos comerciales internacionales y dedicarse a servir un mercado interno cuyo número es más o menos el de la ciudad de Buenos Aires o Bogotá.

6. La población, por otra parte, es muy heterogénea. La etnia judía, que es la mayoritaria, y la que le da sentido y forma al país, aunque el 67% ya ha nacido en Israel, está formada por una compleja suma de personas cuyos orígenes culturales proceden de al menos una docena de países y culturas diferentes, lo que desmiente cualquier visión simplista o cualquier estereotipo que intente definir al judío racial o culturalmente. Si hay algo que caracteriza a los judíos israelíes es su inabarcable diversidad, enriquecida en los últimos años por el arribo en aluvión de un millón de rusos que escaparon de la debacle soviética.

7. En el terreno religioso sucede exactamente lo mismo. Prevalece la pluralidad: entre los judíos existe un abanico que va desde la minoría de los ultra ortodoxos que siguen al pie de la letra las Escrituras, a un alto porcentaje de personas que no suscriben ningún tipo de creencia religiosa, a lo que se añade un 16% de la población compuesto por árabes israelíes que profesan la religión islámica, casi un 2% que son árabes cristianos, y una similar cantidad de drusos y otros feligreses de religiones escasamente representativas.

A esta breve reseña de enormes desencuentros se pueden sumar otras calamidades muy notables que hacen más admirable aún el milagro israelí: aunque los judíos constituían una viejísima nación, carecían de Estado desde hacía milenios, a mediados del siglo XX no tenían experiencia en autogobierno, y ni siquiera se comunicaban en un idioma común, dado que el hebreo era una lengua litúrgica que hubo que revitalizar, porque sólo la dominada una minoría muy educada y versada en cuestiones religiosas. En español existe un extrañísimo verbo, "desamortizar", literalmente "sacar del mundo de los muertos", que se puede utilizar con relación al hebreo: es una lengua desamortizada, un idioma traído de nuevo a la vida por la indómita voluntad de la sociedad.

¿Para qué nos sirve este memorial de dificultades? Fundamentalmente, para desmentir prácticamente todas las excusas y coartadas convencionales con que pretendemos explicar nuestro relativo fracaso latinoamericano o los mediocres resultados de nuestras sociedades.

· No es verdad que el tamaño y las riquezas naturales expliquen el desarrollo y la prosperidad de los pueblos. Es difícil encontrar en el planeta un país menos naturalmente dotado que Israel.

· Tampoco es cierto que la variedad étnica y cultural constituye un valladar infranqueable, como escuchamos a menudo de quienes piensan que la presencia masiva de indígenas en países como Guatemala y Bolivia, o, en menor grado, Ecuador y Perú, hacen imposible el gran salto a la riqueza.

· Se equivocan quienes opinan que la falta de integración regional está detrás de la inmensa pobreza latinoamericana. Israel es una especie de pequeña isla, sin ninguna posibilidad a corto o medio plazo de integrarse económicamente en el mundo que lo rodea.

· Pensar que el problema latinoamericano radica en el diseño institucional contradice totalmente la experiencia israelí. El perenne debate latinoamericano sobre presidencialismo y parlamentarismo, y sobre federalismo o unitarismo, es entretenido, pero fundamentalmente inútil. Israel es gobernado por un sistema parlamentario endemoniadamente frágil, deficiente y complejo, y vive en medio de un perpetuo sobresalto político que casi siempre tiene al país al borde de la crisis de gobierno, lo que no significa que sea una nación inestable. Una cosa es la crisis de gobierno, que es lo que sufren con frecuencia los israelíes, y otra mucho más grave y diferente es la crisis de Estado, que es lo que padecemos los latinoamericanos con los golpes militares, las revoluciones y las refundaciones periódicas de la patria cada vez que un caudillo iluminado decide corregir los males que nos afligen.

· La idea, tan latinoamericana, de que los problemas se solucionan redactando una nueva y perfecta constitución, es una tonta manera de perder el tiempo y crear falsas esperanzas. Israel, pese a que era un requisito solicitado por Naciones Unidas en 1948, cuando se constituyó el país, no ha conseguido redactar una Constitución, y por ahora ha debido conformarse con lo que llaman "Leyes básicas", probablemente por la complejidad del Kenneset y las apasionadas tendencias que ahí se dan cita, y también, seguramente, por haberse decantado poco a poco por la escuela jurídica británica basada en la costumbre y la jurisprudencia, alejándose del modelo constitucional de Estados Unidos.

· Atribuirle los éxitos de Israel a la ayuda norteamericana es una injusta exageración. A lo largo de los 60 años de la existencia del Estado de Israel, la generosa ayuda norteamericana, esencialmente militar, excede ligeramente los cien mil millones de dólares. Es verdad que se trata de una cifra impresionante (especialmente cuando recordamos que el Plan Marshall sólo alcanzó los once mil millones de dólares), pero lo es menos cuando recordamos que una ayuda de esa misma magnitud es la que recibió Cuba de manos de la URSS durante los treinta años que duró el subsidio soviético, entre 1961 y 1991, sin lograr otra cosa que el empobrecimiento crónico del pueblo cubano. México, sólo durante el sexenio en que gobernó Vicente Fox, recibió ciento ocho mil millones de dólares por medio de remesas enviadas por los mexicanos radicados en EstadosUnidos, suma que, sin duda, alivió las penurias de una parte de los mexicanos, pero que no redujo sustancialmente los índices de pobreza que atraviesa el país. Por otra parte, no puede olvidarse que el gasto militar es, fundamentalmente, improductivo, entre otras razones, por el costo de oportunidades perdidas: el soldado alojado en una barraca es un trabajador que falta en el taller, y el costoso tanque que patrulla la frontera sustituye a la máquina que fabrica zapatos o al robot que realiza cirugías de corazón abierto. La ayuda norteamericana quizás contribuye a explicar la supervivencia de Israel, pero no su éxito económico ni la calidad de vida alcanzada por sus pobladores.

¿Dónde radica el secreto del éxito relativo de Israel, país situado en el lugar número 23, entre Alemania y Grecia, del total de 177 que clasifica Naciones Unidas en el Índice de Desarrollo Humano que el organismo compila anualmente?

Tal vez no sea muy difícil de entender, dado que prácticamente todos los países que ocupan las treinta primeras posiciones en el citado Índice tienen comportamientos similares, aunque entre ellas sean tan diferentes como Japón, Canadá e Islandia. Si Tosltoi afirmaba que todas las familias felices lo eran de la misma manera, y todas las infelices lo eran de forma distinta, es posible apropiarnos de la idea del novelista ruso y aplicarla al desempeño de las naciones.
· Las sociedades exitosas son aquellas en las que la inmensa mayoría de quienes la componen, comenzando por los gobernantes, se someten al imperio de la ley, se respetan los derechos humanos, se garantiza el ejercicio de las libertades individuales, y la prensa juega celosamente el papel de fiscal permanente de la conducta de los funcionarios electos o designados.

· Son sociedades gobernadas democráticamente dentro de límites claramente establecidos por la ley, en las que los líderes se comportan con arreglo a ciertos estándares mínimos de cordialidad cívica que norman las relaciones interpersonales, y en las que se rinde culto a la meritocracia, lo que las precipita a considerar cualquier forma de favoritismo como un deleznable agravio comparativo que descalifica a quien lo lleva a cabo.

· Son sociedades abiertas, en las que el aparato productivo descansa en el sector privado y las transacciones se realizan dentro de las reglas del mercado. Sociedades donde funciona la competencia económica, se cumplen los contratos, y se pueden hacer planes a medio y largo plazo porque los derechos de propiedad están realmente garantizados y el Estado no va a atropellarlos arbitrariamente.

En estas treinta sociedades de "acceso abierto", para utilizar la expresión del Premio Nobel DouglassNorth, los individuos perciben una cierta sensación de fairplay que les induce a creer que sus esfuerzos legítimos producirán recompensas, que las violaciones de las normas serán castigadas, y que existe un sistema de justicia que les permitirá defender sus derechos cuando crean que son conculcados o cuando entren en conflicto con otros individuos o con el Estado. De ahí, de esa sensación de fair play, es que se deriva la vinculación emocional del ciudadano al Estado: vale la pena defenderlo porque está a nuestro servicio y no en nuestra contra, como frecuentemente percibimos en América Latina.

Por otra parte, hoy sabemos que el éxito de las sociedades deriva de la suma de dos capitales intangibles, más el medio social en que ambos se conjugan, a lo que se agrega la calidad de los gobiernos que administran el espacio público. Los dos capitales son el humano, compuesto por la educación de las personas, y el cívico, que incluye los valores y actitudes que perfilan el comportamiento. Es un elemento clave, además, la calidad del sistema de reglas en el que las personas interactúan, es decir, la idoneidad de las leyes y las instituciones de que disponen, y las medidas de gobierno o políticas públicas que se ejecutan con el producto de los impuestos recaudados.

También puede hablarse de capital material, acaso el menos decisivo, que se refiere a la disponibilidad de inversiones, de bienes de equipo y de infraestructura con que se cuenta. No obstante, el capital material, sólo puede fomentarse y sostenerse si los otros dos (el humano y el cívico) tienen suficiente entidad, si el sistema de reglas en el que estas fuerzas operan conduce al desarrollo, y si las medidas de gobierno son razonablemente acertadas. Cuando estos factores no se engarzan adecuadamente, el capital material se estanca o se destruye.

La riqueza de Israel, primordialmente, como sucede en todas las naciones técnicamente desarrolladas, está en las cabezas de sus gentes: en su gran capital humano. Por diversas razones históricas y culturales, los judíos constituyen una de las etnias que con mayor intensidad cultivan la formación intelectual. Sé que es un lugar común subrayar ese rasgo del pueblo hebreo (se ha dicho que al inventar un día, el sábado, para dedicarlo a las cosas del espíritu, comenzó a acumular capital intelectual), pero, sea cual fuere su origen, ahí está una de las claves del desarrollo económico del Estado de Israel, extremo que suele tratar de demostrarse con la impresionante lista de judíos de todas las nacionalidades que han ganado el Premio Nobel, a la que habría que agregar la de músicos y artistas notabilísimos.

La explicación es muy simple y se despliega ante nosotros casi como un silogismo: la riqueza sólo se crea en las empresas; para generar grandes sumas de riqueza es indispensable agregarle valor a la producción de esas empresas mediante procesos sofisticados que requieren conocimientos y expertise; esto sólo es posible si la sociedad cuenta con un número significativo de personas bien educadas. En eso, esencialmente, consiste el capital humano. Sin él, no hay desarrollo.

Pero el capital humano apenas da frutos si no va acompañado de un gran capital cívico. Es en ese punto en el que intervienen los valores y actitudes. En sociedades en las que predominan las personas respetuosas de las reglas, las reglas morales y las legales, y en las que existe respeto por las jerarquías legítimas, y los ciudadanos tienen un compromiso real con la búsqueda de la excelencia, el capital humano florece.

Esto no quiere decir que en Israel, como en cualquier otra sociedad, no hay psicópatas o seres inescrupulosos que violan las leyes, o gentes que carecen de buenos hábitos laborales, pero las personas que muestran esos rasgos son percibidas con desdén por el conjunto de los ciudadanos y no son suficientes para descarrilar al país de la senda del desarrollo en que se encuentra o para destruir los fundamentos de la convivencia.

No me gusta sonar como un predicador religioso, pero sin valores morales y cívicos sólidos, las sociedades fracasan y las instituciones dejan de rendir su cometido. Lo que quiero decir es que en Israel, como en todas las naciones exitosas, hay sanción moral para los transgresores de las normas, actitud que no siempre está presente en grandes zonas de los pueblos latinoamericanos, donde el comportamiento corrupto o ilegal de los dirigentes no los invalida ante los ojos de muchísimas personas dispuestas a tolerar esas violaciones de las normas si ellas también pueden beneficiarse.

Cuando el presidente de México declaraba, recientemente, que al menos la mitad de las fuerzas policiacas mexicanas eran cómplices de los delincuentes, estaba reconociendo algo gravísimo: admitía, seguramente muy a su pesar, que una parte sustancial de la sociedad carecía de valores cívicos y de juicio moral, porque esas docenas de miles de personas de todos los estratos y de todos los rincones del país coludidas con los delincuentes de alguna manera eran una representación transversal de la propia sociedad mexicana, en la medida que los policías no son una casta especial de seres humanos.

¿Qué han hecho, en suma, los israelíes? Insisto: lo mismo que la mayor parte de las naciones exitosas. Hace unos años invitaron a un parco filántropo norteamericano a dar el discurso de graduación en una universidad católica centroamericana, y le pidieron que reflexionara sobre los principios de la ética. Se limitó a repetir los "Diez mandamientos" y a reducirlos todos a una recomendación final nada original, pero absolutamente válida: compórtate con el prójimo como quisieras que él se comportara contigo. Su discurso duró tres minutos.

Si hay una lección que podamos extraer del ejemplo israelí es muy simple: si en medio del desierto, y luchando contra todas las adversidades este pequeño país ha podido convertirse en el "tigre semita", no hay ninguna excusa válida para que cualquier país de América Latina no pueda lograr una trayectoria similar. Pero, obviamente, para calcar esos resultados también hay que reproducir el modo de alcanzarlo. Ese comportamiento que, como a todas las familias felices a que aludía Tolstoi, caracteriza a todas las naciones exitosas. Ése es el camino. Es largo y complejo, y no hay ningún atajo que nos conduzca a la meta. Lamentablemente, ése es el secreto.

Monday, February 8, 2010

EL RETRASO GRACIAS AL ATRASO

EL RETRASO GRACIAS AL ATRASO

Los vecinos gobernantes de Colombia, paradójicamente llamados Socialistas XXI, llegaron tarde al reparto. Estos debieron haber venido en los años 60s y 70s, en la época de Allende en Chile, en la época del maloliente Che Guevara, en la época en donde ser comunista había dejado de ser un delito en Estados Unidos, y todos los tontos útiles del momento, por falta de identidad propia se autodenominaban socialistas, progresistas, comunistas y zurdos. Pocos de estos, ya retrasaditos por cierto en los 80s y 90s, se autodenominaban “ambientalistas” o “verdes” y pertenecían a las organizaciones de derechos humanos.

Lo sorprendente es que en el Siglo XXI, casi 20 años después de que la cortina de hierro terminara con la caída de la Unión Soviética, cuando la misma China ha dado saltos gigantescos hacia la integración mundial y apertura al mercado, cuando el balance general de los países balcánicos es favorable luego de haber desaparecido del mapa por 80 años, cuando Francia ha elegido a un gobernante que ya no huele a socialista y todos, absolutamente todos los países que triunfaron, están triunfando y triunfarán en el mundo son países con estructuras políticas muy similares apegadas al mercado; los mequetrefes Socialistas XXI latinoamericanos se dedican no solo a prácticas anti-desarrollo, sino a prácticas de protección al terrorismo, de legitimación a la guerrilla y de acceso a cierto nivel de fondeo del narco-terrorismo.

Muchos países estaban “retrasados” en los 60s, 70s, 80s y 90s; sin embargo han ido dejando la carga intelectual de la izquierda, y han trabajado duramente para entrar en el mundo del mercado. Es evidente el éxito de Irlanda, los saltos gigantescos que ha dado China hacia una apertura mundial, las condiciones de las dos Coreas, la una más parecida a los Socialistas XXI, y la otra una Corea abierta al mundo y mercado. No hay que ser científico ni genio para darse cuenta que en donde ha topado la izquierda, ha dejado una huella de hambre, miseria, incompetencia, corrupción y con los más bajos niveles de acceso a educación y medicina.

En fin, ojalá aunque sea tarde, pero que lleguemos algún rato al reparto de “sentido común”, y que estos países blindados por la torpeza electoral, se den cuenta de que el éxito está a la vista, y no al susurro demagógico de algún impresentable izquierdoso.

Atentamente,

Pedro Oliva
Un Ecuatoriano Responsable
Ecuador.anticomunista@gmail.com
www.ecuadoranticomunista.blogspot.com

Saturday, December 12, 2009

Del periodismo a la política: Por Luis Fernando Torres

Del periodismo a la política
Por Luis Fernando Torres

Con un libro testimonial y dos concentraciones callejeras, uno de los mejores periodistas de la televisión ecuatoriana anunció, con audacia y arrojo, su decisión “política” de revocar el mandato del Presidente de la República. Tomó la iniciativa alrededor de un asunto discutible en lo estratégico. La revocatoria requiere un número considerable de firmas “juramentadas” y de la aprobación de rigurosísimos filtros constitucionales. Además, podría ser la oportunidad ideal para que se relegitime el primer Mandatario, muy venido a menos por la crisis económica, la delincuencia, las denuncias en contra del círculo rosa y el insoportable autoritarismo.

No han faltado quienes le han recordado que él, en su época de periodista combativo, fue uno de los artífices de la primera victoria electoral del Presidente, así como de la temprana consolidación del régimen autoritario. En sus espacios televisivos dio amplia cobertura al candidato de la revolución ciudadana y magnificó su programa de cambio, en medio de fuertes denostaciones a los políticos de la partidocracia y de la larga noche neoliberal. Aún más, llegó al extremo, el 2007, de suscribir la medida presidencial de “liquidar” a la oposición parlamentaria e instalar una Asamblea Constituyente de plenos poderes.

En una carta publicada recientemente en la prensa capitalina, en respuesta al objetivo emplazamiento que le hiciera Carlos Larreátegui, admitió haber apoyado al Presidente y, como hombre de bien, reconoció que se equivocó. Con ello, alejándose de la infalibilidad que irradiaba en sus transmisiones televisivas, envió una señal positiva a los opositores de “cepa”, esto es, a aquellos que nunca fueron seducidos por las ofertas del socialismo mercantilista del Siglo XXI. Faltan, en todo caso, más señales para los “duros” de la resistencia, entre ellos, para los que defienden un programa de cambio alternativo, elaboran estrategias, construyen redes de acción, forman opinión pública y, en último término, tienen la persistencia y los medios para combatir el autoritarismo de Carondelet.

No es fácil, para quien se identificó con el proyecto inicial de la revolución ciudadana, ganar legitimidad entre los que se han jugado el todo por el todo para defender la economía social de mercado, el Estado constitucional libertario y el pluralismo democrático. La presencia en concentraciones y marchas, a las que acuden, sobre todo, los inconformes del momento, otorga cierta legitimidad. Nada más.

La resistencia democrática, construida durante más de tres años de lucha política en contra del llamado socialismo del siglo XXI, está más allá de la masa de inconformes y decepcionados, que vienen y se van, según los ánimos y la fogosidad de los discursos.

Ante la incertidumbre sobre la viabilidad estratégica de la revocatoria del mandato presidencial, el antiguo periodista y, ahora, con pleno derecho, político, ha escogido, como caballo de batalla, el Proyecto de Ley de Comunicación. Para alguien que recién comienza a hacer política de verdad fue una acertada decisión coyuntural. ¡Adelante en la defensa de la libertad de pensamiento y de información!.

Ante la incertidumbre sobre la viabilidad estratégica de la revocatoria del mandato presidencial, el antiguo periodista y, ahora, con pleno derecho, político, ha escogido, como caballo de batalla, el Proyecto de Ley de Comunicación. Para alguien que recién comienza a hacer política de verdad fue una acertada decisión coyuntural. ¡Adelante en la defensa de la libertad de pensamiento y de información!.

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